El Santuario Kunigami, en la Prefectura de Tochigi es un lugar en el que la gente acude a en busca de una cura para las hemorroides o para prevenir tal enfermedad. La tradición era lavar su trasero en un río cercano al templo y comer las ofrendas de huevo, y según dicen, eso les devolvía la salud.
Hoy, sin embargo, la gente se limita a recitar un encantamiento mientras dirigen su trasero a una piedra lisa lavada, con forma de huevo, que está en el centro del altar.